martes, 21 de diciembre de 2010

Naked Lunch (1991)
















Director David Cronenberg
Guión David Cronenberg (Sobre la nóvela homónima de William Burroughs)
Música Howard Shore
Reparto Peter Weller, Judy Davis, Ian Holm, Roy Scheider
Pais Canadá

''¿Y la historia del hombre que enseñó a su culo a hablar? Movía todo el abdomen de un lado a otro, hablando con pedos. Nunca había oído nada igual. Un sonido burbujeante, espeso, estancado. Se podía oler. El tío trabajaba en una feria. Era lo último como ventrílocuo. Al poco tiempo, el culo empezó a hablar solo. No preparaba nada. El culo le contestaba, mejoraba los chistes. Luego le salieron dientes, unos ganchos rasposos, y empezó a comer. Resultaba gracioso y lo incluyó en un número. Pero el culo empezó a roer sus pantalones y a demandar igualdad de derechos. También se emborrachaba y le daban lloronas. Nadie lo quería (...)''

Hace algún tiempo un amigo y yo llegamos a la lícita consideración de que existían dos formas primordiales de experimentar con drogas; la primera haciendo uso de ellas en el sentido estricto de la palabra y la segunda leyendo a William Burroughs. En cuanto a mi amigo él siempre denostó la producción literaria de dicho autor por su sistemática frivolidad así como por la repetición constante de temas peliagudos y formas mecánicas, mientras que yo siempre sentí admiración, tal y como este texto vendrá a indicar durante su recorrido, por aquello mismo pero en gran medida también por el ritmo cinematográfico de este norteamericano a la hora de relatar historias, la musicalidad hiriente de sus palabras y en definitiva por el complejo y exhaustivo análisis que construye en torno al monopolio de la droga, sus causas y sus efectos. En cualquier caso lo que he querido clarificar con esta introducción es que mi amigo y yo coincidíamos en algo más, y es que ambos preferimos optar por la lectura.

Para poder descifrar las pistas que esta, la obra fílmica de David Cronenberg, contiene es antes necesario e indispensable conocer un poco sobre la figura de William Burroughs.
Ensayista y poeta, nieto del inventor de la máquina de sumar Burroughs, generalmente asociado a una corriente literaria de la década de los 50s conocida como generaciónbeat, permaneció ligado a otra serie de autores coetáneos como Allen Ginsberg o Jack Kerouac pero también lo estuvo estrechamente con el mundo de la música (por citar algunos ejemplos entrevistó a Patti Smith o a los Who, acuñó el término ''heavy metal'', realizó colaboraciones con artistas como John Cale, Frank Zappa o Kurt Cobain o apareció retratado en la famosa portada de Sgt Peppets de The Beatles) y el cine (desde sus cameos en películas de Gus Van Sant hasta los cortometrajes de Antony Balch).

Sin embargo hemos de remontarnos a un incidente acontecido en la vida del escritor mucho más visceral, sucio y mundano que, en primera instancia, fue el principal motivo por el que admitió haber comenzado a escribir alguna vez y que, más tarde, serviría como hilo conductor a Cronenberg para poder conectar la novela con la adaptación fílmica.
A mediado de la década de los 40, Burroughs, quien entonces desempeñaba varios oficios tales como exterminador, convivía casado con Joan Vollmer, otra exponencial escritora de la generación beat. Fue entonces cuando Burroughs comenzó a consumir conjunto a su mujer y otros amigos escritores cantidades ingentes de morfina, heroina y otras muchas drogas ( a las que más adelante dedicaría glosarios enteros, analizando minuciosamente sus componentes, métodos de consumición y alteraciones producidas en el cuerpo humano). Un día en el que ambos iban bastante ebrios, William se predispuso ante unos invitados a representar con Joan el número de Guillermo Tell. Esto consistía en colocar un vaso sobre la cabeza de Joan y disparar acto seguido con un revolver, número que los dos habían realizado sin daños en repetidas ocasiones. Lo que siguió era de esperar, un balazo atravesó la frente de Joan. Unos meses después Burroughs se hallaba afincado en Tánger, huyendo de la ley y desarrollando sus dos primeras novelas colmado por una fuerte drogodependencia. Finalmente en 1959 consiguió publicar una primera edición de El Almuerzo Desnudo, un relato furioso y obsceno sin linealidad narrativa que bajo el prisma de la droga retrataba un mundo repleto de yonquis, maricas e insectos gigantes. La gran mayoría de ejemplares fueron incendiados públicamente y la crítica la tildó de ''pornográfica'', ''impublicable'' y ''basura anti-americana''.

Durante las décadas que siguieron muchos se preguntaron si la novela de Burroughs era un texto que se pudiera llevar facilmente a la pantalla. Unos cuantos intentaron de forma fallida encontrar financiación para el proyecto, mientras que otros muchos, entre ellos el propio Stanley Kubrick, no pensaron arriesgarse por un asunto tan disparatado, con la firme convicción de que se trataba de una obra inadaptable. A principio de la década de los 90s el reto fue aceptado por David Croneberg, director canadiense con una extraña filmografía a sus espaldas y experienciado en el género del terror, la serie b y la ciencia-ficción. Cronenberg contactó con Burroughs, quien contaba con 77 años por aquel entonces, para que diera visto bueno al guión realizado por el director. Al ser esta una novela casi indescriptible en la narración de los hechos, con una gran variedad de personajes y escenarios y tratandose a su vez, en cuanto lo que respecta a la cinta, de una producción independiente, Cronenberg optó por seleccionar determinados motivos de El Almuerzo Desnudo, combinarlos con elementos de otras obras del escritor tales que Yonqui o Marica e incluir un alto contenido biográfico de la figura de William Burroughs. De tal manera que El Almuerzo Desnudo, la película, no actua como una adaptación formal de lo que escribiera el ensayista en su época pero sin embargo ayuda a comprender bastante bien todo el espectro literario de Burroughs.

En 1991, el año de su estreno, no encontró financiación en España debido a que las productoras consideraron que el público español no está capacitado para ver esto tipo de filmes.


Shortbus (2006)






















Director John Cameron Mitchell
Guión John Cameron Mitchell
Música Yo la tengo, Scott Mathew, Animal Collective, Azure Ray 
Reparto Sook-Yin Lee, Paul Dawson, Lindsay Beamish, Pj Deboy
País Estados Unidos

En la cultura popular, el estado de Texas es conocido por ser una de las cunas del country y la música tradicional americana, asociada en numerosas ocasiones a los valores más profundos y antiguos de EEUU. Un conservadurismo que generalmente se atribuye a sus habitantes, viniendo a la mente el tópico del vaquero en típico rancho, en su típico porchecito de madera, meciéndose en su típica mecedora, con su típico banjo y su típica escopeta a la mano, mascando tabaco y dispuesto a fulminar a cualquiera que invada su propiedad sin pensarlo dos veces. Pero esto, como es evidente, no sucede con todos los tejanos. Raramente y muy de vez en cuando en la historia surgen de este estado tradicional algunos creadores geniales que se revelan de pleno contra las normas opresivas de la sociedad circundante, desde el cantautor folk contracultura Phil Ochs, al director de la película que nos abarca: John Cameron Mitchell.

Tras su primer éxito Hedwing and the Angry Inch se propone hacer una película en la que aparezca sexo real, pero que trate, según sus palabras, una película sobre la sexualidad de las personas y su influencia en la vida diaria.
El movimiento Radical Faeries, del cual Mitchel es militante, busca la verdadera identidad sexual del hombre rechazando la hetero-imitación, o imitación de los roles que suelen darse en parejas heterosexuales. Una sexualidad al margen de cualquier tipo de rol anterior, regida por la espiritualidad, es la que se nos muestra en la cinta, que trata de dar una visión unificadora del placer sin clase alguna de rechazo, seas como seas, porque eso que tienes entre las piernas está pa disfrutá mi arma. Zas. Zas. 


Tras lanzar un anuncio por internet con una escueta definición de sus propósitos, pide a los candidatos que se graben y tras sucesivas cribas selecciona a un grupo con el que se reunirá periódicamente a lo largo de los 3 años siguiente. A través de unos talleres de interpretación, los actores crean sus personajes y entre todos escriben un guión, puesto que la idea era esa, al que Mitchel dará los últimos retoques previos al rodaje.
Shortbus retrata la vida y problemas de un grupo de neoyorkinos de clase media, utilizando el sexo (ya sean vertientes sadomasoquistas, gays o heterosexuales) como elemento catalizador y de unión entre sus historias, que acaban confluyendo en un misterioso y mágico lugar, el shortbus, donde todas las perversiones tienen cabida. Con una primera secuencia absolutamente trepidante en la que se nos deja muy claro lo que se despacha sin tapujos (véase la escena de la autofelación, eyaculación en propia boca y llanto reprimido, todo junto, mezclado pero no agitado, o escena sadomasoquista y eyaculación dispersiva sobre cuadro abstracto). Al principio pensaba que se trataba de otra de esas comedias de yupies de m***** pijos reprimidos insatisfechos sexuales en nueva york, y ciertamente, pero ¡no!. A medida que la historia fue evolucionando uno se da cuenta de que son más humanos que un cacho de pan mojado en chele, llegándome a ver seriamente reflejado en sus debilidades e ineptitudes para afrontar los problemas a los que se enfrentan. En fin, me pareció una cinta magnífica, bien dirigida con un estilo genial, innovador en cuanto a las escenas que discurren en una semiimprovisación, donde lo que no interesa se corta y punto, sin más problema. Rebosa de espontaneidad y naturalidad en la interpretación por este tipo de cosas. Una producción con pocos recursos excelentemente administrados, sobretodo muy divertida y lo que es más importante: cinematográficamente hablando: por fin empezamos a filmar sexo real sin ser porno en las películas, por fin empezamos a tratar el tema del sexo sin tapujos , a romper con el maldito puritanismo contemporáneo absurdo americanodeclasealta que se empeña en mantener el monopolio de la moral del cine mundial, que ya estoy harto de tener que masturbarme con historias sin argumento!. Gracias John Cameron Mitchell.

P.D.: Alomejor es por eso que fueron llevados a Cannes.
P.D.2.: El que despidieran a Sook-Yin Lee, la china protagonista, de su puesto como prestigiosa locutora de radio canadiense mereció sin duda la pena, toda una contribución al cine.

Gummo (1997)















Director Harmony Korine
Guión Harmony Korine 
Reparto Nick Sutton, Chloe Sevigny, Lara Tosh
Música Eyehategod, Sleep, Brujería, Burzum, Destroy All Monsters
Pais Estados Unidos

El director y fotógrafo Larry Clark debió ver algo fascinante en aquel skater que conoció en el Square Park de Washington, o quizá debió ver algo de sí mismo intentando luchar por contar una historia que no cabía en la industria de Hollywood, en aquel chico. Fuera cual fuera el motivo, debió ser algo importante, una historia. Aquel chico tenía una idea que mereció ser llevada a la pantalla a la pantalla por Clark. Aquel chico se llamaba Harmony Korine y aquella idea suya se materializó en el film Kids. Instantáneamente la película levantó una enorme polémica (el protagonista es un joven de unos 15 años cuya afición favorita es desvirgar niñas de 12, además de tener el SIDA) y se consagró Korine como guionista maldito, una suerte de Arthur Rimbaud adaptado a los nuevos tiempos. Pero se ve que no tuvo suficiente con aquella sacudida de cimientos, y entonces llegó Gummo, su primer proyecto como director. Si ya bien Kids desató la polémica por estar protagonizada por actores menores de edad en situaciones comprometidas, Gummo multiplica eso a la enésima potencia, presentando situaciones mucho mas comprometidas que aquella. Estos hechos le merecieron la clasificación R en Estados Unidos, destinada a películas pornográficas o cintas extremadamente violentas, lo que complicó su distribución.

Un pueblo de Ohio recién asolado por un tornado es el escenario de partida de Gummo, que retrata distintos episodios de las vidas de jóvenes que allí habitan. Un escenario desolador que albergará situaciones totalmente extremas de todos los tipos posibles: drogadicción, violencia juvenil, maltrato a animales, prostitución, homosexualidad y travestismo, cancer, eutanasia, abuso a menores…todos tratados con la máxima frialdad (abstenerse estómagos delicados)

En cuanto a la dirección, se nos presenta una interesante mezcla de distintos formatos de grabación: super8, video, 16mm. Además, el director opta por alterar las tonalidades y matices de cada formato produciendo una especie de turbación y efecto casero altamente atractivo. Planos secuencia cámara en mano al más puro Van Sant aparentemente improvisadas dotan al film de una apariencia documental absolutamente inquietante, pues es difícil saber hasta qué punto son historias verdaderas y hasta qué punto interpretan los actores o se plasman a si mismos, destacando el niño que interpreta el papel principal. En el plano musical se utiliza el black metal con intención devastadora e hipnótica. El chico skater de las orejas de conejo, parte esencial de la película, actúa como hilo conductor de la película (que empieza y termina con él) como un nexo que entrelaza las historias de otra forma dispares. Este personaje dota positivamente a la cinta de un hipnótico surrealismo, de un toque mágico al no aclararse nunca del todo su situación.

En resumen: un filme enormemente experimental que utiliza los viejos recursos (y esto resulta innovador) para contar durísimos conflictos. Cruda, distinta, genial. Korine en estado puro. Una hipnótica patada en los huevos.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Pink Flamingos (1972)










Director John Waters
Guión John Waters
Música The Trashmen, The Robins, Patti Page
Reparto Divine, Dany Mills, David Lochary, Mary Vivian Pearce, Mink Stole, Edith Massey
Pais Estados Unidos

Queridos amigos, antes de comenzar la revisión de esa genialidad morbosa que es Pink Flamingos procederé a enumerar algunas de las rarezas varias que llegareis a contemplar. Entre ellas cabe destacar: transexualidad, voyeurismo, zoofilia/sexo practicado con gallinas, incesto, castración, envío postal de materia fecal, asesinato en primer grado, canibalismo…y todo ello con la suma del famoso final donde presenciaremos una escena real de coprofagia.

El título de la pelicula se eligió gracias a los flamencos rosas que adornaban la caravana donde residían los marginales protagonistas/antiheroes que protagonizaban los actos anteriormente citados. Cuando el narrador de Dreamland Studios, el propio John Waters, comienza a relatarnos su argumento ya no hay vuelta atrás.
La historia gira en torno a Divine, interpretada por la que llegaría a ser la drag-queen más conocida del cine underground (nacido como Harry Glenn Milstead, recordada para siempre como Divine). Esta vive bajo el nombre falso de Babs Johnson en una caravana aparcada en pleno de un descampado y con ella comparten habitat su madre obesa, encerrada en una cuna a medida y que posee una impasible obsesión por los huevos (el papel más famoso de Edith Massey); su enfermo y repulsivo hijo Crackers y la compañera de aventuras de Divine, la señorita Cotton. Divine ha de esconderse durante una temporada debido a su aparición en la portada de una revista, alegando ser ‘’la persona más inmuda del mundo’’, titulo que tan solo ella puede permitirse lucir y, que como bien nos explica en la pelicula, cualquier vulgar ser humano que intente robarle ese honor acabara atado a un arbol, recubierto de plumas de ganso y con un balazo en la cabeza. 


Hablando ahora del apartado visual el aspecto ‘homemade’ con escasa calidad de imagen refuerza el ambiente de la película, alzandola así como uno de los clasicos del cine underground americano. Y para completar/finalizar debía incluir una banda sonora que estuviese a la altura, por suerte se supieron elegir temas que en contraste acababan potenciando nuestra visión escénica, entre ellos destacan: Billy Holliday & His Comets, Little Richard, The Trashmen o Patti Page entre otros muchos.
Para cualquier mente fragil, el contenido vomitivo de este filme puede resultar realmente desagradable. El encanto de los 90 minutos de Pink Flamingos reside en la visión antisocial de Waters, completada por ‘Female Troubale’ (1974) y ‘Desesperate Living’ (1976) y, además, ¿Dónde se ha visto una pelicula con tal potencial de desafío?, pero ante todo lo más importante ¿En que otra pelicula su protagonista ingiere un excremento perruno para despedirse de nosotros?. 



El Topo (1970)
















Director Alejandro Jodorowsky
Guión Alejandro Jodorowsky
Música Alejandro Jodorowsky
Reparto Alejandro Jodorowsky, Brontis Jodowosky, José Legarreta, Alfonso Arau, Jose Luis Fernandez
Pais México


Pues he querido empezar con esta película, entre otras cosas, porque quizás sea considerada como la primera película de "culto" de la historia del cine, no se si será así, pero desde que la vi se encuentra entre mis películas preferidas. Primero habría que presentar un poco al director de El topo. Alejandro Jodorowsky, que aunque se trate de un personaje bastante conocido mucha gente no conoce su carrera. A comienzos de los 40 y principios de los 50 se produjo en Chile un movimiento cultural impulsado por jóvenes creadores, talentosos y desenfadados. Allí estaba Donoso, Lihn, Edwards, etc., y entre ellos, Alejandro Jodorowsky, el más innovador y atrevido. En México comenzó su carrera fílmica. En 1970 realizó Fando y Lis y después  El Topo en 1971. Más tarde se radicó en Francia donde trabajó durante largos años como mimo en la compañía del afamado Marcel Marceau. En la actualidad Jodorowsky es un genio que incita a grandes controversias, es odiado o admirado con igual intensidad. En Francia canalizó su talento en variadas actividades. Ha realizado más de cien obras de teatro, es profesor de Tarot, tiene una escuela de masaje iniciático y es además es uno de los más populares guionistas, quizás el más, de comics en Europa. En Chile, volvió a ser noticia después de muchos años de silencio por los estrenos de Santa Sangre el año 1989 (todavía sin exhibirse masivamente en Chile) y The Rainbow Thief en el año 1990. Como guionista de comics ha alcanzado las más altas cotas de éxito, principalmente con dos series: El Incal dibujada por Moebius y Alef Thau dibujada por Arno. Además realiza guiones para variadas series, siendo también muy conocida El Angel Carnívoro o el más reciente El Dios Lama. Para comprender mejor la obra de Jodorowsky hay que volver a su afición a la Alquimia cuyo significado no es el del diccionario de ser el arte de cambiar todos los metales en oro, sino otro muy distinto y esotérico de alcanzar mayores grados de espiritualización. Jodorowsky fue iniciado en los conocimientos ocultos, místicos, incluso creó el movimiento Pánico cuando residía en México, basado en la filosofía del Dios Pan. Dos de sus obras están nutridas de gran cantidad de esas enseñanzas: El Dios Lama y Alef Thau. En esta última serie se le enseña a un niño sin brazos ni piernas a salir de su envoltorio físico utilizando otros vehículos o cuerpos más finos y etéreos que cohabitan invisiblemente dentro del cuerpo denso. También se realizan viajes astrales, todo ello propio de la enseñanza esotérica. Su otra saga de éxito mundial El Incal la realizó en compañía de Jean Moebius Giraud, a quien le une una gran amistad nacida de su trabajo en conjunto en la frustrada adaptación que Jodorowsky pretendió hacer de la novela Dune. Hijo de inmigrantes rusos y nacido en Iquique ,fue un adelantado a su época. Creo el teatro de mimos y realizó obras en el Teatro Experimental de la Universidad de Chile. Se marchó del país en 1953 porque no había maestros que pudieran enseñarle ni el Tarot ni la Alquimia.

Bien, El Topo es una película difícil de ver, para que vamos a engañarnos, la mayoría de
personas no aguantaran medio metraje, yo lo aguanté entero y tuve ganas de volver a verla cuando acabó. Se trata de una especie de Western, aunque nunca la catalogaría como tal, un Western surrealista, atípico, y como le llaman muchos hasta psicodélico (no en vano la comunidad Hippie veneraba a Jodorowsky por haber rodado ''La Biblia del LSD". John Lennon veneraba este filme, hasta el punto en que financió la siguiente producción de Jodorowsky, La montaña sagrada, en la que intentó contar con la participación de George Harrisson. Al ver la película uno busca directamente vicisitudes con la Biblia, quizás el personaje principal, interpretado por el propio director, recuerde a Jesucristo en algunos aspectos, y los cuatro maestros podrian ser los cuatro grandes profetas, Isaias, Jeremias, Ezequiel y Danielademas el fim está estructurado como si de pasajes bíblicos se tratara, Genesis, Apocalipsis...por lo tanto se podría decir que nos encontramos frente a una especie de metáfora bíblica.

La violencia forma parte esencial del film, hay escenas realmente perturbadoras y demenciales que no voy a nombrar ahora, ya que doy por supuesto que muchos no han visto la película y les interesará descubrirlo por ellos mismos. Es difícil, por no decir casi imposible hacer una sinopsis de esta película, al tratarse de un filme surrealista el simbolismo forma parte muy importante de la película, por lo tanto es muy visual y el guión esta basado en esos simbolismos: "En un oeste simbólico, el pistolero Topo enfrenta a una banda de fetichistas, comandada por un coronel lascivo, que mantiene asolada a una congregación franciscana. Tras liquidarlos, el Topo va en busca de los cuatro Maestros del Revólver y los derrota. Abatido sobre un puente colgante, el Topo es rescatado por un grupo de enanos y minusválidos a quienes intenta liberar sin éxito".

El topo es un film que cualquier aficionado al cine debería ver, tanto por su fuerza cinematográfica, su valentía a la hora de plantear temas escabrosos o la forma de contar la historia, con imágenes simbólicas y surrealistas que recuerdan al mejor Buñuel.